Mañana comienza el día más odiado por muchos: El lunes. Luego de un excelente fin de semana que imagino muchos de ustedes debieron tener, tengo por seguro que son muchos los que ya se encuentran en un estado de amargura de solo pensar que mañana tienen que ir a laborar.
Hace unas semanas atrás me topé en mi anaquel con un libro que había adquirido hace ya unos años atrás titulado "How to stop worrying and start living" del autor Dale Carnegie. En este libro, el autor, ofrece 10 fórmulas para lidiar con el "stress" y la amargura que mayormente muchos tienen en su trabajo o vida diaria. Así que, con esto en mente, que tal si mañana tan pronto abras los ojos por culpa del despertador, comienzas a realizar estas diez fórmulas que el autor de este libro propone, y haces que tu día comience de una manera totalmente diferente:
Despierta con una sonrisa en tu cara, no importa como te sientas obliga a tu cuerpo a que sonría.
"Go with the flow". Algunas veces es mucho mejor ajustarse a las cosas como son y no obligarlas a ajustarlas como tú quisieras que fueran.
Ejercítate, deja la vagancia. Recuerda que tu cuerpo es tu templo.
Aprende algo útil. Coge un libro y rétate en aprender algo nuevo. Deja de perder tanto tiempo en las redes sociales. Recuerda que hay un mundo allá afuera y el tiempo es oro.
Realiza algo que no quieras realizar. Atrévete a verlo desde otra perspectiva.
Sé agradable.
Ten una agenda, eliminará de tu vida dos cosas: la prisa y la indecisión.
No hagas nada por 10 minutos y cuando digo "NADA" significa NADA. Esto te ayudará a reflexionar y darte una mejor perspectiva de lo que quieres en la vida.
Deja tus miedos a un lado.
No tengas miedo a ser feliz.
Si alguna de estas fórmulas te ayudan a que tengas un lunes diferente, déjame saber en mi cuenta de twitter @asi_se_dice o mi email asisedicedominguero@gmail.com
En el día de ayer (junio 10,2014) el gobernador Alejandro García Padilla decidió realizar un "party" en La Fortaleza, recordándome nuevamente sobre aquel disco party que hizo el pasado mes de octubre al estilo de la época de los 70 y 80 en la discoteca Brava del hotel San Juan. Al igual que el día de ayer, un energético y emocionadísimo García Padilla invitaba a todas sus amistades a que asistieran a aquel evento el cual tenía el propósito de recaudar fondos para su comité de Amigos del Gobernadoro mejor dicho recaudar desde ya el dinero que se utilizará para promover su campaña electoral para el año 2016. No es secreto que Padilla está sumamente interesado en volver a ser reelegido como gobernador y según él todavía le quedan 7 años más en la Fortaleza. La entrada era de $350 dólares por persona o $500 por pareja, lo que demostraba que los amigos que pagarían por ver y bailar junto a García Padilla no eran unos Juanes del Pueblo como tú o como yo, sino que estos son “amiguitos” que representan la alta alcurnia de Puerto Rico, los que mueven la masa de lo que pasa en los ámbitos económicos y sociales de nuestra isla. Para ellos, gastar $500 en la entrada para una noche de vacilón con música de fondo de los “Bee gees” es como gastar 2 pesos en dulces en algún colmado. Estas son las personas que verdaderamente nos gobiernan, ya que son ellos los que donan el dinero a estas campañas políticas con el propósito de que el político realice todos los favores que ellos le pidan. Aquí la frase “hoy por tí, mañana por mí” es el slogan inconsciente que se esconde detrás de todas estas actividades. Los políticos son solo las caras lindas con palabras poéticas que buscan convencer a un pueblo para que los pongan en el poder “4 años más”, mientras detrás de las cortinas se encuentran estos grandes "Amigos del gobernador" decidiendo en una mesa redonda que proyectos realizarán para su beneficio personal y económico. El desarrollo y progreso de la isla es lo de menos, todo es cuestión de que las compañías y bolsillos de estos amiguitos sigan generando el dinero que los mantendrá contentos por algunos años más. Son estos amiguitos setentosos y ochentosos de nuestro gobernador el cerebro detrás de toda la maquinaria política, que no nos quepa la menor duda de eso. Y que quede claro, esto no es algo que solo ocurre en un solo partido político, esto es la norma en todos los partidos no importa su ideología.
Una perfecta representación de García Padilla y sus amiguitos.
Y mientras las vibraciones de las canciones de Abba, Queen, Elthon John y Tina Turner retumban en las paredes de Brava, afuera de esa burbuja de entretenimiento la situación es otra en Puerto Rico: Una alza en crímenes violentos como las últimas masacres ocurridas a plena luz del día; una economía que cada vez está más por el piso como su consecuencia de una alta tasa de desempleo de un 14%; y para completar, cero aumentos en el sueldo de los empleados públicos pero sí aumentos ridículos en las tarifas de agua y la luz y la lista sigue y sigue.
No hay canción ni baile setentoso y ochentoso que por milagro divino nos haga olvidar por completo la cruda realidad por la que Puerto Rico está pasando hoy día. Pero en Brava, la cosa es otra: García Padilla y sus grandes amigos bailan al son de la famosa canción “Y.M.C.A”. Imagino esa sonrisa culeca de García Padilla tarareando con su acento en inglés cada uno de esos grandes éxitos de la música disco y recordando como desearía volver denuevo a esos gloriosos años de juventud en donde no tenía que preocuparse de ningún problema. Y que quede claro, no culpo a Alejandro, si yo estuviera en su posición de gobernador también planificaría irme de “party” con mis amistades, me bebería una medalla bien fría y bailaría hasta el amanecer para despejar la mente y el stress que debe ser el tener dicha posición. Si tener un trabajo de lunes a viernes de 8 a 5 es cansón, imagino que el trabajo de ser gobernador, en una isla en donde las cosas están más malas que las vestimentas que usaba Elton John en sus presentaciones, debe ser abrumador.
Todo es posible detrás de esa sonrisa angelical
El problema que escribo aquí Sr. Gobernador, es que se supone que usted sea un reflejo de lo que ocurre en nuestra sociedad. Desde que usted decidió tomar las riendas del país sabía a lo que se afrontaba. El planificar desde ya el futuro de su reelección con sus amiguitos setentosos y ochentosos solo demuestra que sus prioridades están enfocadas en un futuro incierto que en el presente que nos rodea. Es más que obvio que los intereses de un pueblo quedan en segundo plano, cuando de salvar los intereses de sus amigos se trata; y el realizar este tipo de actividades lo demuestra plenamente. No sé, si hubiera hecho su actividad en algún chinchorro de Puerto Rico y la entrada hubiera sido de 20 dólares con “open bar” incluido, entiendo que mi historia hubiera sido otra. Tenga por seguro que si hubiera seguido mi consejo de hacer el “party" en un chinchorro, la mayoría de personas que le dieron su voto en aquellas elecciones pasadas hubieran asistido a su “party” y quién sabe, a lo mejor usted hubiera gozado más realizando con su pueblo el famoso baile de soul train:
Nada Sr. Gobernador solo espero que luego del "hangover" que tuvo que haber tenido de su fabuloso evento y de los múltiples vasos de agua con alka seltzer que tuvo que haber ingerido para curar los malestares de la resaca, haya al menos tomado 5 minutos de su tiempo para reflexionar que preocuparse en los problemas del presente es mucho más efectivo que preocuparse si volverá a ser reelegido o no. Tengo por seguro que si usted soluciona los grandes problemas que nos afectan como pueblo hoy en día lo menos que tendrá que preocuparse es por su reelección en el año 2016. Con esto en mente y como una manera de alegrarle su día aquí les dejo con un video setentoso que tengo por seguro que tanto a usted como sus amiguitos les hará recordar su grandioso día del party al que nunca fui:
Aterriza el avión en el aeropuerto Luis Muñoz Marín, y sin pensarlo dos veces todos aplaudimos en perfecta coordinación tan pronto sentimos que las gomas tocaron suelo boricua. "¡Bienvenido a Puerto Rico!" menciona la azafata y sin ella haber terminado sus palabras de agradecimiento por tan excelente viaje, ya el boricua se apresura en agarrar sus maletas y ser el primero en llegar a la puerta de salida. Eso de tener paciencia y calma son adjetivos que no se encuentran en el vernáculo de algunos boricuas. 20 minutos de espera, lo cual en tiempo boricua se define como 45 minutos de espera para que al fin se abran las puertas del avión y se sienta ese calor que sancocha a cualquiera. No puedo imaginar lo que me espera cuando esté afuera del aeropuerto en donde la mezcla del bullicio de personas y carros, con sus excesivas emisiones de gas me darán la verdadera bienvenida a Puerto Rico. Pero a pesar de todo, sonrío, estoy en Puerto Rico, la isla que a pesar de sus uno y mil problemas sigue siendo la Isla del Encanto como me enseñaron en la escuela desde chamaquito o como quieren llamarle ahora "La isla estrella".
