Saturday, November 16, 2013

NO se dice negro, se dice negrito. (Sacando la cabeza del hoyo)






               "No se dice negro, se dice negrito". Repita conmigo: "NO se dice negro, se dice negrito". Si esta premisa le causó algún tipo de molestia o incomodidad, bienvenida sea, ya que ese es el punto de este artículo. Si no le causó ningún tipo de incomodidad, entonces le sugiero que siga leyendo porque este artículo va dirigido a usted.

           Hace unos días atrás el periodista Julio Rivera Saniel expuso un artículo titulado "Con la cabeza en el hoyo" en donde trajo a coalición un tema que se trata una y otra vez de esconder bajo la alfombra, ya que, hablar sobre este tema es abrir una caja de pandoras: El racismo en Puerto Rico. 

            Rivera Saniel, expone que todavía existe un racismo hacia la población negra de nuestra isla y como aún esta se deja ver en el pueblo de Loíza, en donde la desigualdad que todavía existe entre este municipio y demás pueblos es más que evidente. 


             Expone Rivera Saniel:
      • Si no es la desigualdad, qué explica que todos los gobiernos-rojos y azules- han hecho poco o nada para atender el desempleo que allí supera el 16% y la realidad de que el 41% de sus habitantes vive bajo los niveles de pobreza.
      • Si no es la desigualdad, qué explica que el cuartel de la Policía de Piñones fuera prácticamente cerrado así como si nada, dejando desprovistos de seguridad a sus ciudadanos.
      • Si no es la desigualdad, qué explica que, a pesar de tratarse de una zona turística, Piñones no cuente con policías de la "guardia turística", los mismos que abundan en la zona que ubica a solo metros, cruzando el puente que divide el sector de la muy custodiada zona de Isla Verde.
      • Si no es la desigualdad, qué explica que la zona no tenga un CDT o el deterioro evidente de sus calles y el olvido de su sistema educativo

               Y yo le contesto: "Es la desigualdad, tan sencillo como eso Rivera Saniel". Y es que hay una realidad: En pleno siglo XXI, existe y existirá un racismo escondido hacia la población negra puertorriqueña. Hay unos tabúes raciales y sociales en nuestra isla que hasta que no se mitiguen se seguirán viviendo una y otra vez esas desigualdades que usted menciona.


             Como mencionó el escritor José E. Iglesias en un artículo que publicó para el Nuevo Día:

                 "Existe un racismo escondido y cobarde, sobre el que muchos no se atreven hablar, mas lo practican de una forma muy sutil en muchos aspectos de la vida cotidiana, tanto en la política como en las empresas privadas y en agrupaciones sociales. ¿Cuántos de nosotros no hemos oído en conversaciones privadas comentarios indirectos y despectivos sobre el color de una persona?"


          O el clásico ejemplo: ¿Cuántas veces no hemos escuchado una y otra vez, a la hora de describir a una persona por su color,  decir "negrito" en vez de negro? Es como si existiera un miedo en donde se piensa que decir negro es algo totalmente despectivo hacia la persona. Hay que anotar que es muy poco probable que pase lo mismo con alguien de tez blanca. Curioso como parece que utilizar el diminutivo "ito" en conjunto con la palabra negro, les brinda un sentido de conformismo que intenta ocultar esa inconformidad que tanto les causa el describir a alguien por su color.

           El racismo que nosotros como puertorriqueños tenemos es uno muy sutil, tan sutil que casi siempre pasa por desapercibido, pero ahí está. Y si no me cree, mire el pasado censo que fue realizado hace unos años atrás, en donde para una población de casi 4 millones, 70% de la población de Puerto Rico mencionaba que era blanca, 20% decía ser mestiza, y solo un 10% se consideraba negra o afrocaribeña. O sea, casi 3/4 de la población se considera blanca, no mestiza como en mi opinión debería ser. ¿Es esto un reflejo de esa desigualdad y racismo que menciona Rivera Saniel y el escritor Iglesias?  Y es que el observar que el 70% de la población puertorriqueña se considere blanca, o sea de origen caucásico, demuestra como la influencia de la americanización que empezó a establecerse con mayor fuerza desde 1898, ha tenido mucho que ver. Y que quede claro, entiendo que mucho antes de la llegada de los estadounidenses a Puerto Rico, ya existía una gran población de españoles y otros inmigrantes europeos que influyeron a la gran variedad demográfica que existe en nuestra isla. Pero, es la influencia estadounidense la cual hasta el sol de hoy ha influenciado muchos aspectos de la vida social, política e histórica de Puerto Rico. Entiendo que esta influencia que se nos ha inculcado desde pequeño en las diferentes instituciones sociales del país nos han hecho pensar que mientras más similares seamos con la gente del norte mejores serán las oportunidades de asimilación que tendremos con ella. El problema es que esta asimilación ha tenido el efecto que se ha echado a un lado la gran cultura afrocaribeña que tenemos como pueblo. La cultura negroide de nuestra historia no se le ha querido dar la gran  valorización que merece y por tal razón el que ocurran los problemas de desigualdad con la población negra de nuestro país y ese racismo escondido que tanto nos afecta. Y ahí ese problema de desigualdad que vemos directa e indirectamente en Puerto Rico.




            Un país que siente orgullo por sus raíces, es un pueblo que no permite que exista esta desigualdad en ningún aspecto. La clave ante todo esto es una buena educación hacia el pueblo en donde se exponga que somos el conjunto de una gran mezcla cultural y que se valorice esto, una y otra vez. Como puertorriqueños, hay que aceptar sin la menor duda, que somos el producto de la gran mezcla cultural entre blancos, negros, indígenas y demás inmigrantes que llegaron a la isla, ignorar esto y solo enfocarse en un solo aspecto racial es ignorar gran parte de lo que verdaderamente es ser puertorriqueño. 

           Pero la mejor educación que nos puedan dar es la de entender que no importa la raza, como puertorriqueños todos compartimos una misma historia, una misma base que nos representa y nos une como pueblo, y eso es lo que hay que cargar y valorar. Que no es que se diga negro, negrito, blanquito, blanco, mestizo, sato, etc. Por que al final, como dijo Rubén Blades: 

           "Los blancos huesos de un muerto pueden ser de cualquier raza. Si la muerte no discrimina, entonces, que la vida tampoco lo haga."

        Rivera Saniel, tuvo las agallas y abrió nuevamente la caja de pandora y hay que aplaudirle eso. Por mi parte, yo quiero seguirla manteniéndola abierta un poco más, porque es hora de que hagamos un ejercicio de instrospección ante este tema. Quién sabe, a lo mejor este ejercicio podrá hacernos reflexionar sobre como podremos solucionar y dialogar ante estos temas de una manera más abierta y comprensiva. Suena utópico, pero considero que se puede realizar.  

             Mientras tanto, aquí les dejo con la canción de "Vida" de Rubén Blades para que reflexionemos y podamos al fin sacar la cabeza del hoyo.  















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